En una entrevista realizada a Kelo Palacios en la EMPA por Charango Argentino nos cuenta:
“Uno de los fundamentales fue Mauro Núñez que trajo el instrumento acá y que le dio una importancia al instrumento porque antes el charanguito era tono y dominante, ritmo y nada más. Él fue una persona que ya le dio un trabajo de solista, de importancia. Dejó de ser el segundo para ser el primero. Allí aparecieron varios que empezamos a copiarlo a él un poco y después salieron los creadores porque hubo mucha gente de talento que hicieron que el instrumento pasara al frente. Uno de los principales que yo creo es Jaime Torres. No hay que dejarlo de nombrar. Lo debe nombrar todo el mundo que toca el charango ya que como instrumentista es muy bueno.” En el grupo que él integraba con su madre Margarita Palacios, Kelo tocaba el bombo y bailaba, pero como todos los conjuntos y grupos de música del altiplano en su repertorio incluían carnavalitos, bailecitos y cuecas hacía falta la incorporación del charango a dichos temas. En la década del `50 comenzó primero con la guitarra y luego con el charango para acompañar algunos temas, de manera simple como para darle un color más andino. Esos fueron los inicios de Kelo. “A Japón fui el primero que fui. En el año `72 con el Gato Barbieri, y en 1974 viajo a Japón con el trío “Inca trío” En cuanto a su relación con Mauro Nuñez nos cuenta: “Cuando vino, la vez que vino acá, que era la primera o segunda que él venía, pero la primera que yo lo veo, fue en un escenario de la Av. de Mayo en los carnavales. Yo estaba tocando con Mamá, y aparece Mauro y atrás de Mauro, aparece Jaime chiquitito. Jaime tendría 5 años en esa época y el contacto que yo tuve fue de eso de verlo de vez en cuando y mirando, porque uno aprende mucho mirando, teniendo las condiciones o la suerte de poder estar con esa gente.
Si a uno le gusta, aprende enseguida porque uno (yo siempre digo) que uno aprende del que toca bien y del que toca mal, porque del que toca mal, sabe que eso no hay que hacerlo, directamente ¡así, NO!!!
Ese fue mi contacto con Mauro. No tuve una amistad con él. Aparte él ya era un señor grande y yo era chico. Yo tendría 14 o 15 años más o menos en ese momento.”
Con respecto a la identidad del Charango argentino, él piensa que tanto en el repertorio como en la forma de tocar, existe y pone una vez más como ejemplo a Jaime Torres que es el primero que lo incluye en zambas, chacareras, gatos, etc.